jueves, 5 de junio de 2008

Cabo de Gata


Las pasadas vacaciones de semana santa pasé unos cuantos días en el cabo de Gata esperando disfrutar de un bonito paisaje natural y de playa sin calor excesivo ... en lo primero acerté, en lo segundo no tanto; irse al desierto para encontrar lluvia es irónico, pero hubo días en los que no paró de caer agua de la mañana a la noche, el silbido del viento era más bien un alarido y al ponerse el sol la temperatura se situaba por debajo del nivel de fresquito. La lluvia nos impidió disfrutar de la playa pero a cambio posibilitó llevar a cabo excursiones y rutas de minisenderismo que habrían resultado impracticables bajo la solana que me imagino que hará la mayor parte del año.
Pero también hubo momentos de sol en los que pude sacar algunas de estas fotos. He aquí el desierto de Europa; la carretera que lleva desde Almería capital, que no queda demasiado lejos y que vale la pena visitar por su Alcazaba, una fortaleza de origen árabe en lo alto de la ciudad, pasa por los escenarios de los spaghetti-western que se rodaron en España y desde mucho antes de acercarse al cabo son habituales los cactos, chumberas y los invernaderos, que supongo que son la gran riqueza de la comarca. En cuanto al cabo, está todo integrado en el gigantesco ayuntamiento de Níjar, que cuenta con un sinfín de pequeños pueblos típicamente mediterráneos de casitas blancas. Esta zona podría ser una alternativa mucho más natural al turismo masivo de otras zonas del Mediterráneo, ahora que Ibiza se ha puesto tan pijo y tan caro sería una buena opción que ocupara un poco su puesto. De hecho en los pueblos costeros se ven unos cuantos neohippies y guiris que se han comprado por allí una segunda residencia buscando sol y tranquilidad.