Suiza es uno de los países más bonitos de Europa. Mil años de paz y neutralidad no sólo han producido el reloj de cuco, como decían con ironía en El tercer hombre, sino que también han preservado sus ciudades de guerras y destrucciones por lo que todas conservan su estructura medieval casi intacta; y eso por no hablar de los bosques y montañas donde no se conoce ningún tipo de especulación urbanística ni incendio forestal: viendo el paisaje desde el tren o el coche, parece que la casa de la bruja de Hansel y Gretel puede surgir en cualquier momento. Sin embargo el país recibe muy pocos visitantes, en buena parte por lo extremadamente caro que es. Pero quien tenga conocidos o familiares allí que le ahorren los gastos de alojamiento puede descubrir rincones tan interesantes como este pequeño pueblo del cantón de Friburgo.
Curiosamente, quien visite Gruyère apenas encontrará referencias al queso agujereado del mismo nombre. En su lugar podrá pasear por un pueblecillo típico centroeuropeo, restaurado con una pulcritud que le da un cierto aire irreal y disneyano; es uno de los pocos sitios turísticos del país, donde abundan las tiendas de souvenirs, realmente difíciles de ver en otros lugares. Una caminata desde el centro lleva hasta el castillo de la localidad, que se conserva también en todo su esplendor.
Pero entre tanto bucolismo, Gruyère tiene también una dimensión freak: allí, en pleno centro del pueblo, se encuentra el museo dedicado al artista H. R. Giger, conocido sobre todo por sus diseños para Alien. Además de visitar el museo, la cafetería de enfrente tiene un curioso mobiliario inspirado en su estilo.
Gruyère está en el medio de ninguna parte, por lo que imagino que llegar en transporte público debe ser complicado. Es un sitio además pensado para visitar de día, por lo que el alojamiento habría que buscarlo en los alrededores. Como la cuestión lingüística en Suiza es complicada, aclaro que se trata de una localidad francófona aunque perteneciente a un cantón bilingüe, por lo que el alemán también sirve (como en todo el país, por otra parte).
Más información: http://www.gruyeres.ch/commune/
3 comentarios:
Soy Manolo,el amigo de Vicisitud, y, como sabes, vivo en Ginebra. Es cierto que Gruyère es un pueblo muy bonito, y que su visita merece mucho la pena. También es verdad que no es fácil acceder a él en transporte público (en tren, vamos). Desde Ginebra y Lausanne, lo mejor es ir a Palézieux (una gigantesca urbanización de chalets adosados cerca ded Lausanne) y desde allí, coger un tren de vía estrecha que hace un recorrido precioso entre las montañas. Desde Friburgo, hay que ir a Bulle (capital de la comarca de Gruyère, y de visita también recomendable), para enlazar con el mismo tren de vía estrecha. Más información, en la página de los ferrocarriles suizos: www.sbb.ch
Pues encantado de conocerte via blog, supongo que hemos oido hablar mucho el uno del otro :-) Muchas gracias por la información, veo que te conoces bien el ámbito, como diría Vicisitud. Un abrazo.
Soy Gemma, y este febrero voy con las amigas a Ginebra a pasar 5 dias.
Agradeceria Manolo, ya que vives en la ciudad que nos recomendases sitios bonitos y no usuales a los que ir y concretamente la ruta exacta para poder ir a visitar Gruyère en tren. Ya que nos hace mucha ilusión y no nos podemos perder su famosa reclette, jeje
Te agradezco mucho tu información, ya que la pagina que citas (www.sbb.ch) no me es facil de entender y no queremos ir a ciegas a la aventura.
Muchas gracias por adelantado
Gemma
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